HOJAS SUELTAS
A VECES
A veces;
-las manos-
piden ayuda al corazón
y éste a su vez
recurre a la sangre fría
para escribir unas líneas.
A veces;
-los ojos-
han de estar
limpios de legañas,
libres de mentiras,
y ser duros como rocas
para leer esas líneas
hasta el final.
A veces, ¡¡Ay, a veces!!
-cuántas veces-
las manos no son capaces
de seguir a ese corazón
y la sangre se embota
en la punta de la pluma.
Sucede entonces que los ojos
siguen rodeados de mentiras.
Aragüez/VientoDelSur.
EL LIBRO
-
Ha mucho tiempo que estoy maldito,
místico padre de sombra larga.
En mi garganta se agosta un grito
y no consigo portar tu carga.
Nos exhortaste lecciones d...
Hace 2 semanas
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