miércoles, 4 de noviembre de 2009

A veces

HOJAS SUELTAS


A VECES

A veces;
-las manos-
piden ayuda al corazón
y éste a su vez
recurre a la sangre fría
para escribir unas líneas.

A veces;
-los ojos-
han de estar
limpios de legañas,
libres de mentiras,
y ser duros como rocas
para leer esas líneas
hasta el final.

A veces, ¡¡Ay, a veces!!
-cuántas veces-
las manos no son capaces
de seguir a ese corazón
y la sangre se embota
en la punta de la pluma.
Sucede entonces que los ojos
siguen rodeados de mentiras.


Aragüez/VientoDelSur.

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