miércoles, 16 de diciembre de 2015

Emily Dickinson

Ningún cepo puede torturar...

Ningún cepo puede torturar
mi alma en libertad,
pues detrás de este esqueleto mortal
se teje uno de más valor.

No puedes horadar con un serrucho
ni traspasar con una cimitarra
dos cuerpos, por lo tanto perdura,
amarra uno y el otro vuela libre.

El águila no se despoja
de su nido y, sin embargo,
gana el cielo
más fácilmente que tú.

Excepto tú mismo tal vez nadie pueda ser
tu enemigo,
cautividad es conciencia
y también es libertad.

domingo, 11 de octubre de 2015

Rainer Maria Rilke

Canción de amor 

¿Cómo sujetar mi alma para
que no roce la tuya?
¿Cómo debo elevarla
hasta las otras cosas, sobre ti?
Quisiera cobijarla bajo cualquier objeto perdido,
en un rincón extraño y mudo
donde tu estremecimiento no pudiese esparcirse.

Pero todo aquello que tocamos, tú y yo,
nos une, como un golpe de arco,
que una sola voz arranca de dos cuerdas.
¿En qué instrumento nos tensaron?
¿Y qué mano nos pulsa formando ese sonido?
¡Oh, dulce canto!

jueves, 30 de julio de 2015

Darío Jaramillo Agudelo

Poemas de amor

2. Podría perfectamente suprimirte de mi vida,
no contestar tus llamadas, no abrirte la puerta de la casa,
no pensarte, no desearte,
no buscarte en ningún lugar común y no volver a verte,
circular por calles por donde sé que no pasas,
eliminar de mi memoria cada instante que hemos compartido,
cada recuerdo de tu recuerdo,
olvidar tu cara hasta ser capaz de no reconocerte,
responder con evasivas cuando me pregunten por ti
y hacer como si no hubieras existido nunca.
Pero te amo.

Darío Jaramillo Agudelo

martes, 14 de julio de 2015

Fernando Pessoa

Si alguien toca un día a tu puerta...

Si alguien toca un día a tu puerta,
diciendo que es un emisario mío
no creas, ni aunque sea yo;
que mi vanidoso orgullo no intentaría
tocar siquiera la puerta irreal del cielo.
Pero si, naturalmente, y sin oír
a alguien tocar, la puerta fueras a abrir
y encontraras alguien como a la espera
de tocar, medita un poco.
Ese era mi emisario y yo y lo que intenta
mi orgullo que desespera
¡Abre a quién no llama a tu puerta!

viernes, 5 de junio de 2015

Nira Etchenique

Aquí me tienes


Aquí me tienes. ¿Recuerdas...? Así te dije.

No tienes que tomarme porque tuya soy desde hace siglos.

Desde el primer hombre y la primera mujer.
Nuestra historia no empieza...
¡Si los años lo saben de hace tanto...!
La escribimos nosotros; sí, nosotros;
otra carne, otra luz, otra distancia,
pero tu alma y la mía siempre fueron.


Tuya soy; desde el aire y la tumba, tuya soy;
desde el soplo primero de la vida
hasta el poderoso misterio de la nada.
No tienes que tomarme;
estoy en ti como puedes estarlo tú en ti mismo;
así estoy, porque existes, simplemente...


Lo nuestro no comienza...
con el primer latido de la tierra
mi piel y mi sueño fueron tuyos,
y heredados a través de los paisajes,
modelados por los siglos,
por las piedras durísimas y tristes de las horas,
aquí están...
Aquí están, piel y sueño de tu piel y sueño;
aquí están, en la arteria vital de tu silencio
y en el canto socavado de tu sangre.

Aquí me tienes.
Tuya soy sin razones y sin gestos;
así, simplemente, porque siempre,
desde siglos y siglos tuya fui...

por Nira ETCHENIQUE (Argentina, 1930-...)

viernes, 8 de mayo de 2015

Lina Zerón

La casa

Llegó el momento de partir
el hogar en dos.
Bien:
comencemos por los rincones donde las arañas
tejieron también su historia.
Hablemos de los muros y sus cuadros.
¿Cuál eliges?
¿El del día de la boda,
el retrato de la niña
o el de vacaciones en verano?
Quiero el antiguo bodegón
para recordar las comidas familiares.

Mira la casa:
permanece ahí de pié
pero sin alma.

¿Con cuál alcoba deseas quedarte?
¿Aquella donde los gemidos
algunas vez fueron música perfecta?
¿O el cuarto azul
donde echó raíces la cuna para siempre?
¿O el jardín
donde todavía se columpian las sonrisas?

Deseo la terraza,
esa roja plataforma de minúsculos ladrillos
donde lluvias y palomas encontraron su refugio,
donde todavía transpiran las estrellas
y no hay sombra que oculte los engaños.

Te regalo los espejos
saturados de susurros, ecos familiares,
desfigurados rostros
que hoy se desangran en reproches.

Pero tienes razón:
tal vez aquí ya nada nos retenga.
A la frontera tal vez llegamos
entre el amor que vacila y las cenizas.

Viéndolo bien,
no puedo partir en dos la casa:
te la regalo toda
con todo y promesas de futuros sublimes.

Como cortinas viejas
te regalo lo que queda:
este cielo sombrío
y este desvencijado viento
que dejaste al cerrar la puerta principal.

De "Vino Rojo" 2003
Ed. Unión y UNEAC, La Habana

Julio Cortázar

Bolero
Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.