domingo, 31 de enero de 2010

Ernestina de Champourcín

Poeta española nacida en Vitoria, Alava, en 1905. Su infancia transcurrió en Madrid. Sólo a partir de 1989 se inició el reconocimiento de su obra. Murió en Madrid en marzo de 1999.

Entrega


Iré a tus manos, limpia, indemne, sin memoria,
renacida de ti y ajena a lo tuyo,
iré a tus manos casta,
desnuda de tus besos.

Sentirás al ceñirme que una rosa de nieve
insinúa en tus palmas su gélida caricia.
Seré para tu cuerpo el lino apaciguante
que san y que perdona.

¡Deja que vaya en ti más allá de lo mío,
que abandone mi ser por la gloria del tuyo!
¡Aunque me huyas siempre,
iré a tus manos, muerta!


No fue para mí...


No fue para mí...
Ya lo suponía.
Pero sé engañarme
tan bien con mentiras
y jugar al juego
de la falsa dicha,
que a veces me olvido
-ya ves si soy niña-
que estaba jugando
a que me querías.

lunes, 18 de enero de 2010

José Ángel Buesa

José Angel Buesa nació el 2 de septiembre de 1910. En Cruces, ciudad de la antigua provincia de Las villas, ahora Cienfuegos, Cuba. Se ve obligado a abandonar cuba para empezar una peregrinacion por varios paises, España, Islas Canarias El Salvador, y Santo Domingo Republica Dominicana donde muere en 1982.



Tu collar de perlas


Yo he visto perlas claras de inimitable encanto,
de esas que no se tocan por temor a romperlas.
Pero sólo en tu cuello pudieron valer tanto
las burbujas de nieve de tu collar de perlas.

Y más, aquella noche del amor satisfecho,
del amor que eterniza lo fugaz de las cosas,
cuando fuiste un camino que comenzó en mi lecho
y el rubor te cubría como un manto de rosas.

Yo acaricié tus perlas, sin desprender su broche,
y las vi, como nadie nunca más podrá verlas,
pues te tuve en mis brazos, al fin, aquella noche
vestida solamente ¡con tu collar de perlas!

Se deja de querer...


Se deja de querer...
y no se sabe por qué se deja de querer;
es como abrir la mano y encontrarla vacía
y no saber de pronto qué cosa se nos fue.

Se deja de querer...
y es como un río cuya corriente fresca ya no calma la sed,
como andar en otoño sobre las hojas secas
y pisar la hoja verde que no debió caer.

Se deja de querer...
Y es como el ciego que aún dice adiós llorando
después que pasó el tren,
o como quien despierta recordando un camino
pero ya sólo sabe que regresó por él.

Se deja de querer...
como quien deja de andar una calle sin razón, sin saber,
y es hallar un diamante brillando en el rocío
y que ya al recogerlo se evapore también.

Se deja de querer...
y es como un viaje detenido en las sombras
sin seguir ni volver,
y es cortar una rosa para adornar la mesa
y que el viento deshoje la rosa en el mantel.

Se deja de querer...
y es como un niño que ve cómo naufragan sus barcos de papel,
o escribir en la arena la fecha de mañana
y que el mar se la lleve con el nombre de ayer.

Se deja de querer...
y es como un libro que aún abierto hoja a hoja quedó a medio leer,
y es como la sortija que se quitó del dedo
y solo así supimos... que se marcó en la piel.

Se deja de querer...
y no se sabe por qué se deja de querer.

domingo, 17 de enero de 2010

Gerardo Diego


Poeta español nacido en Santander en 1896. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Deusto y posteriormente en las de Salamanca y Madrid, donde se doctoró. Murió en 1987.

Quisiera ser convexo...

Quisiera ser convexo
para tu mano cóncava.
Y como un tronco hueco
para acogerte en mi regazo
y darte sombra y sueño.
Suave y horizontal e interminable
para la huella alterna y presurosa
de tu pie izquierdo
y de tu pie derecho.
Ser de todas las formas
como agua siempre a gusto en cualquier vaso
siempre abrazándote por dentro.
Y también como vaso
para abrazar por fuera al mismo tiempo.
Como el agua hecha vaso
tu confín - dentro y fuera - siempre exacto.

martes, 12 de enero de 2010

Oriah Mountain Dreamer

Oriah Mountain Dreamer, maestra canadiense, escritora. Poema aparecido en 1995,  en "Dreams Of Desire".



La invitación

No me interesa saber cómo te ganas la vida,
lo que quiero saber yo es cuales son tus anhelos,
y si es que te atreves a soñar con realizarlos.

No me interesa saber tu edad,
lo que quiero saber yo es si te arriesgarías a pasar por tonto
por amor,
por tus sueños,
o por la simple aventura de sentirte vivo.

No me interesa saber qué planetas están en cuadratura con tu luna...,
lo que quiero saber yo es si has tocado fondo en tu sufrimiento,
y si tu corazón se ha abierto por las traiciones de la vida,
o si se ha arrugado y cerrado
ante el temor de sufrir más.

Quiero saber yo si puedes tú aceptar el dolor,
el mío o el tuyo,
sin tratar de esconderlo
o de menguarlo
o de eliminarlo.

Quiero saber yo si puedes tú aceptar la alegría,
la mía o la tuya,
si puedes tú danzar con frenesí
y dejar que el éxtasis te colme hasta la punta de los dedos,
sin advertirnos de que tenemos
que tener cuidado,
o de que tenemos que ser realistas,
o de que debemos recordar las limitaciones de ser humanos.

No me interesa saber si es cierta
la historia que me cuentas.
Lo que quiero saber yo es si estás dispuesto
a decepcionar a otra persona
por ser honesto contigo mismo.

Si puedes tú soportar el ser acusado de traición
sin traicionar tu propio espíritu.
Si estás dispuesto a no creer en nada o en nadie,
y si eres por lo tanto digno de confianza.

Quiero saber yo si puedes ver la Belleza
aún cuando no todos los días
sean hermosos.
Y si puedes tú inspirar tu propia vida
con su presencia.

Quiero saber yo si puedes tú vivir con el fracaso,
el mío o el tuyo,
y aún detenerte al borde del lago
y gritar al brillo de luna llena,
"Sí."

No me interesa saber donde vives
o cuánto dinero tienes.
Lo que quiero saber yo es si puedes levantarte
después de una noche de sufrimiento, desesperado,
cansado y magullado hasta la médula,
y aún hacer lo que se necesita
para alimentar a los niños.

No me interesa saber a quien tú conoces
o como llegaste aquí.
Lo que quiero saber yo es si estás dispuesto
a pararte en el medio del fuego
conmigo
sin arrugarte.

No me interesa saber qué, donde o con quién
has estudiado tú.
Lo que quiero saber yo es qué es lo que te sostiene
por dentro
cuando todo lo demás se desbarata

Quiero saber yo si puedes estar solo
contigo mismo,
y si disfrutas de tu propia compañía
en los momentos más vacíos.



Traducido por Jaime A. Fernandez-Baca y Coral Getino

domingo, 10 de enero de 2010

Octavio Paz

Poeta y ensayista mexicano nacido en Mixcoac, Ciudad de México en 1914. A través del amor y el erotismo, Paz descubre y puebla un mundo en el que el hombre y la mujer luchan, se despedazan y surgen nuevamente de sus cenizas. En 1990 obtuvo el Premio Nobel de Literatura como reconocimiento por su obra. Falleció en 1998.

Decir, hacer


                           A Roman Jakobson

Entre lo que veo y digo,
entre lo que digo y callo,
entre lo que callo y sueño,
entre lo que sueño y olvido
la poesía.
le desliza entre el sí y el no:
dice
lo que callo,
calla
lo que digo,
sueña
lo que olvido.
No es un decir:
es un hacer.
Es un hacer
que es un decir.
La poesía
se dice y se oye:
es real.
Y apenas digo
es real,
se disipa.
¿Así es más real?
Idea palpable,
palabra
impalpable:
la poesía
va y viene
entre lo que es
y lo que no es.
Teje reflejos
y los desteje.
La poesía
siembra ojos en las páginas
siembra palabras en los ojos.
Los ojos hablan
las palabras miran,
las miradas piensan.
Oír
los pensamientos,
ver
lo que decimos
tocar
el cuerpo
de la idea.
Los ojos
se cierran
Las palabras se abren.


Silencio


Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.

viernes, 8 de enero de 2010

Dalia Atienza

Soledad

Escapándole al día
estoy lejos, sí,
pero no en exilio
sino perdida
en mi propio naufragio,
en otra forma de soledad.

Nikolai Gumiliov


Poeta ruso nacido en Kronshtadt en 1886. Escribió sus primeros poemas a la edad de 8 años y su primer libro cuando tenía sólo 19 años.  Durante el régimen soviético su poesía fue prohibida. En 1921 fue detenido y fusilado en agosto del mismo año.

Ella


Yo conozco una mujer: el silencio,
El cansancio amargo de las palabras,
Vive en el centelleo furtivo
De sus pupilas dilatadas.

Su alma ansiosa está abierta
A la música metálica del verso.
Ante la vida lejana y placentera
Es sorda y altiva.

Sus pasos son extraños,
Lentos e inaudibles,
No se puede decir que sea bella
Pero en ella encuentro mi felicidad.

Cuando necesito fortaleza
Valiente y orgulloso la busco
Para aprender de su tierna sabiduría
Con todo delirio y languidez.

Ella es luz en las horas inciertas
Sostén cuando todo parece perdido
y sus sueños exactos son como sombras
Sobre la arena ardiente del paraíso.


Versión de Jorge Bustamante García


El teléfono


Una voz femenina en el teléfono
Se escucha inesperada y audaz.
Cuánta dulce armonía hay
En esa voz sin cuerpo

La Suerte en su transcurrir benévolo
No siempre pasa de largo:
El sonido del laúd del serafín
Es como tu voz en el teléfono.


Versión de Jorge Bustamante García

jueves, 7 de enero de 2010

Ibn Hazm de Córdoba

Polígrafo hebraico-español nacido en Córdoba en el año 994 en el seno de una familia aristocrática, falleció en Montíjar en el año 1063. Su obra más representativa es "El collar de la paloma", y como dice José Ortega y Gasset, "el libro más ilustre sobre el tema del amor en la civilización musulmana".


6. "Sobre quien no se enamora sino con el largo trato":


El verdadero amor no nace en una hora,
ni da fuego su pedernal siempre que quieres,
sino que nace y se propaga despacio,
tras larga compenetración, que lo afianza;
entonces no pueden acercarse a él abandonos ni menguas,
ni pueden alejarse de él firmezas y aumentos.
Confirma esto el que vemos que todo
lo que se forma presto también perece en breve.
Yo soy una tierra dura y pedregosa,
reacia e insumisa a toda vegetación;
pero si algunas plantas afincan su raíces,
no han de cuidarse de que abunden las lluvias de primavera.

* * *
Miente de juro quien pretende amar a dos,
como mintió Manes en sus principios.
No hay sitio en el corazón para dos amados,
ni lo que sigue a lo primero es siempre segundo.
Igual que la razón es una, y no conoce
otro Creador que el Único, el Clemente,
uno es también el corazón y no ama
más que a uno, esté lejos o cerca.
Quien no es así, es suspecto en ley de amor
y está distante de la verdadera fe.
La religión no es más que una, la recta,
y el que tiene dos religiones es infiel.

martes, 5 de enero de 2010

Gloria Fuertes

Poeta española nacida en Madrid en 1918 en el seno de un hogar humilde. A los veinte años publicó su primer libro de cuentos infantiles. Falleció en noviembre de 1998.


El dolor envejece más que el tiempo...


El dolor envejece más que el tiempo,
este dolor dolor que no se acaba,
y que te duele todo todo todo
sin dolerte en el cuerpo nada nada.

A tantos días de dolor se muere uno,
ni la vida se va,
ni el corazón se para,
es el dolor acumulado el que,
cuando no lo soportas,
él te aplasta.

Mi accidente será un buen epitafio:
Cuando una calle bajo el sol cruzaba,
de dolor - o de amor - es lo mismo,
murió desbaratada.


Y no sé por qué


Estoy triste... y no sé por qué;
                     he bebido amor,
y aún tengo sed.
Estoy sola... y no sé por qué
quisiera saberlo,
                     mas no lo diré...
Estoy sola y no sé por qué,
quisiera besar,
                    y no sé a quién.
Estoy enamorada... y no sé de qué.
Quisiera saberlo...
                    y no puede ser.
Estoy triste y sola...
                    y no sé por qué.

domingo, 3 de enero de 2010

José Agustín Goytisolo

Poeta español nacido en Barcelona en 1928, falleció en 1999. Maestro de la poesía libre, que para él, era la «menos libre de todas si está bien hecha». Y bien hecha significa «con música interna». Me seducen sus palabras.


El oficio del poeta


Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
Así es el viejo oficio
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre.

La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.



Esa flor instantánea


Miedo a perderse ambos,
vivir el uno sin el otro:
miedo a estar alejados
en el viento de la niebla,
en los pasos del día,
en la luz del relámpago,
en cualquier parte. Miedo
que les hace abrazarse,
unirse en este aire
que ahora juntos respiran.
Y se buscan y se buscan
esa flor instantánea
que cuando se consigue
se deshace en un soplo
y hay que ir a encontrar otras
en el jardín umbrío.
Miedo; bendito miedo
que propicia el deseo
la agonía y el rapto,
de los que mueren juntos
y resucitan luego.