Dulce y triste
¡Qué dulce es querer mucho, pero también qué triste!
¿Por qué esperamos tanto y obtenemos tan poco?
¿Por qué si uno se entrega el otro se resiste?
¿Por qué el amor es ciego, y sordo, y mudo, y loco?
Llevamos en el alma la divina tendencia
de ofrecer sin reservas nuestros cálidos brazos,
y nos quedamos solos, con nuestra propia ausencia,
y el corazón sangrante partido en mil pedazos.
LA VERDAD
-
Aunque siempre me veas
resistir grande, fuerte,
un titan vigilante
que no juega ni duerme
y jamás muestra miedo
al silencio perenne,
todavía me asusta,
todav...
Hace 1 semana